
Se trata de la revelación más importante que, descarta, definitivamente, que pudiera tratarse de una obra de Montañés o Juan de Mesa.
La parte más importante y delicada de la intervención ha consistido en la extracción de una varilla metálica que colocó Peláez del Espino en 1977.
Igualmente, se ha procedido a la sustitución del candelero y juego de brazos – antes metálicos- por unos nuevos de madera. Tampoco se ha querido corregir la postura que, originalmente, tenía la imagen y que Peláez alteró. El IAPH se basa en que no tiene pruebas técnicas que demuestren la correcta postura de la Virgen cuando salió del taller de la Roldana.
El IAPH ha procedido a la limpieza de la policromía del rostro que ha dejado, si cabe, una imagen más anacarada de la Virgen. También ha sido necesario reintegrar cromáticamente algunas lagunas, principalmente, en las manos.
(foto: la pasion en sevilla)
Llegados a este punto, hay que decir lo mismo que sobre la Esperanza Macarena, la Victoria de las Cigarreras, el Valle o la Amargura, por citarte solo algunas, ¿qué más dá quién las hiciera? Y en todo caso, ole las.......gubias del que fue capaz de hacerlas
ResponderEliminarLo importantes es que las tenemos con nosotros, ¿no te parece?
Eso es lo más importante si, porque después de la história que me contastes ayer de cómo se salvó la Esperanza de Triana de la quema, y de ponerseme los pelos de punta, me doy cuenta de que pase lo que pase, sea quien sea el escultor, lo importante es que está entre nosotros.
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