Administrador: Jaime Galán Rueda jaimegalanrueda@yahoo.es

jueves, 21 de enero de 2010

EL RITUAL...









Como todos bien sabéis, cada hermano, cada cofrade, cada persona que realiza estación de penitencia con alguna cofradia espera ese o esos días con mucha inquietud e ilusión y cuando llega el día, no se limita a las horas que pasamos acompañando a nuestros titulares en estación de penitencia.

Desde hace muchos años, algunos amigos y yo, no solo compartimos trabajadera el Jueves Santo, si no que compartimos esos momentos previos a la salida y que con el paso del tiempo hemos convertido en “nuestro ritual”.


Ese ritual comienza juntandonos para desayunar en “casa Manolo” de muy buena mañana. Apenas nos podemos tomar un café y un “churrito” porque los nervios a esa hora de la mañana, ya son importantes. Tras una primera toma de contacto y de hablar de cómo se presenta la ultima igualá que tendrá lugar minutos más tarde, de comentar el estado del tiempo (esto ultimo por desgracia cada vez es más frecuente) y de hablar sobre los “rezagados” de ultima hora, nos ponemos en marcha hacia nuestra “casa”, San Agustín.


No se porqué pero, esa mañana tanto “ÉL” como “ELLA” lucen de manera especial, están más radiantes que nunca y parecen estar tan nerviosos como nosotros.

Al entrar en San Agustín una gota de sudor frio recorre nuestra frente, tragamos saliva y nos quedamos en silencio por un momento contemplando la majestuosidad de la belleza encarnada en un paso de misterio y en uno de palio.


Momentos más tarde y después de andar de un lado a otro de la iglesia se acercan los capataces y con solo decir “señores al salón parroquial”, ese salón se llena de vida, de ambiente “costaleril”, de amigos, de abrazos, de “corrillos”, de cambios de zapatos, de papeletas de relevo, de jefes de trabajadera, de nervios…

Y tras la igualá, la suerte está echada, toca relajarse y calmar un poco los nervios con unas cervecitas fresquitas en compañía de los que en pocas horas serán compañeros de madera, hombro y oscuridad, esa oscuridad que solo el faldón de un paso sabe dar.


Este momento particularmente para mi es el mejor de todos, donde más “amigos del costal” nos juntamos en torno a una conversación COFRADE con letras mayúsculas.

Sobre las 2 toca irse a casa, tomar un almuerzo ligero, darse una ducha y comenzar a vestirnos de “Costaleros del Rosario”, esos costaleros que en pocas horas morirán por hacer que Ntro. Padre Jesús en su Prendimiento y la Virgen del Rosario paseen por las calles de Linares con toda la majestuosidad que “ELLOS” merecen.


Este es mi ritual de todos los Jueves Santos y el de muchos de nosotros, y seguro que cada hermano de la hermandad del Prendimiento tiene “su” propio ritual y su propia manera de vivir el día más esperado del año…


3 comentarios:

  1. Macho, por un momento he soñado que ese día era mañana. Se me ha puesto la piel de gallina.

    BUFFFFFFF!!!!!!. Ya queda menos.

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  2. Lo único que me sale decirte con esta entrada es...GRACIAS...no sé cómo lo haces, pero sabes que siempre me acercas un poquito más a donde quiero estar. Desde estas líneas quiero darle un abrazo fuerte a toda esa Gran Cuadrilla del Rosario, con mayúsculas porque sois un cuadrillón de, ya seguramente, más de 120 tios.

    Una vez más gracias por estas entradas.
    Un abrazo hermano.

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  3. Me alegro mucho que os haya gustado, sabéis bien que ese "ritual" del que hablo, lo comparto especialmente con vosotros dos, y es en vosotros en quien he pensado a la hora de escribirlo, ambos sabéis que es algo "NUESTRO" y que pase lo que pase nadie nos lo quitará jamás. Porque la lluvia puede "aguar" el jueves santo, pero nunca podrá quitarnos "nuestro ritual".

    Un abrazo a los dos¡¡¡

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