Se han cumplido 20 años desde la caída del muro de Berlín o "muro de la vergüenza", durante 28 años dicha ciudad estuvo dividida por ese gran muro que medía, aproximadamente, unos 160 kilómetros. Durante 28 largos años, la sociedad alemana, estuvo expuesta a esa discriminación, sin haber, al parecer, escarmentado ya con otras guerras.
Este hecho, creo, nos tendría que hacer recapacitar a todos un poco, más aún, teniendo en cuenta nuestras creencias, de si, hoy en día, no ponemos muros de contención, en ocasiones, a la gente que rechazamos. No sólo hubo muertes a causa del famoso muro, es más lo que degradó a un país y, en general, al mundo, lo que ha hecho de este suceso un hito en la historia, ¿dónde quedan las libertades de los hombres?.
Hace, más o menos, un mes, tenemos la desagradable noticia de que el pesquero ALAKRANA, ha sido secuestrado por unos piratas somalíes en aguas extranjeras, volvemos a lidiar con la privacidad de los derechos humanos y, sin embargo, no miramos más allá de estos hechos, todo se queda en represalias políticas, cuando muchos no saben, ni si quiera por qué se ha dado el problema. Señores, esas aguas por las que navegaba "nuestro" pesquero son aguas internacionales, son aguas de TODOS, no queramos obviar, así mismo, que un país no es dueño del océano, más bien las autoridades Europeas no han sabido solventar un problema que lleva varios años manchando de sangre el mar.
Quiero hacer recapacitar al lector de esta entrada, sea o no costalero, que, cuando nos metemos debajo de un paso, normalmente, vamos unas 35 personas debajo, de todas las condiciones y pensamientos, quiero llamar al respeto por todas las partes, puesto que, se nos presupone, seres racionales.
Víctor J. Proenza Quirós.
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